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Todos los niños atraviesan las mismas etapas a lo largo de su proceso evolutivo, pero la velocidad a la que se hace es distinta de unos niños a otros y siempre depende de cada niño y de los estímulos que recibe.

De 0 a 2 años los niños están en la etapa sensorio-motriz. El conocimiento del entorno llega a través de los sentidos y del movimiento. La mejor opción  es estimularle al movimiento y ofrecerle toda clase de estímulos enfocados a este objetivo.

A partir de los 2 años se inicia la etapa del lenguaje. Éste, adquiere un papel determinante para relacionarse  y representar el mundo que les rodea. Avanzar en el desarrollo del lenguaje resulta primordial en este momento de su desarrollo.

Necesitan aprender a hacer giros, gateo, marcha, equilibrio, saltos...  Para logarlo se requiere entrenamiento, práctica y sobretodo  profesionales que estimulen y recursos materiales que ayuden en los logros.

Nuestros objetivos:

 

         Llevamos años colaborando estrechamente con las familias, conociendo y respetando sus necesidades y los ritmos de cada niño, adecuándolos a los horarios de las familias.         Nuestra atención es  flexible, ya que es individualizada, y cada familia es diferente y tiene costumbres y hábitos diferentes.   Junto a las familias tratamos de modificar las rutinas que sea necesario cambiar, como puede ser el hábito del sueño y también tratamos de introducir rutinas nuevas, en este caso podemos hablar del uso del servicio. Haciendo de nuestros niños, personas independiente y autosuficiente.

 

Respetar el ritmo de sueño es tanto más importante cuanto más pequeños son.

Los bebés del aula 1 duermen  cuando quieren. No hay un momento establecido para dormir todos a la vez..

 

Cambiamos los pañales tantas veces como sea necesario.  A partir del segundo cumpleaños establecemos, junto con la familia, el programa para el control de esfínteres.

La alimentación de los bebés sigue la misma pauta que el sueño, siempre de forma individualizada.

Las rutinas diarias, como en casa.

Nada hay más importante que jugar

Dentro de las rutinas diarias el juego es la actividad genuinamente educativa.

En nuestro centro el juego libre ocupa un lugar destacado.

El juego es variado y cambiante, por la actividad que genera, por los objetos que utiliza, por los participantes que incorpora.

Jugamos en los espacios exteriores, siempre que el tiempo lo permite. Y si no podemos salir al patio, siempre tenemos en las clases algún juguete que nos permite jugar como si estuviéramos fuera.

  • Estimular el desarrollo de las capacidades intelectuales, motrices, sociales y emocionales de los niños y niñas.

  • Potenciar la creatividad, el interés y la curiosidad por descubrir.

  • Garantizar su seguridad y cubrir sus necesidades fisiológicas.

  • Transmitir, con la actividad y el hacer de cada día, unos hábitos que les permitan conseguir autonomía, seguridad y les faciliten la adquisición de nuevos aprendizajes en su proceso personal (comer, orden...).

  • Potenciar la convivencia, ya que favorece la igualdad entre personas de diferentes sexos, culturas, y capacidades físicas y psíquicas.

 

Nuetra cocina es propia, con comida casera, menús supervisados por expertos, apropiados para cada edad (iniciación a la alimentación) y a cada circunstancia (alergias). Asesoramiento, apoyo y consejo a padres e información diaria y exhaustiva sobre el niño.

La importancia del juego.

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